A finales de 2020, durante un discurso sobre el estado del planeta en la Universidad de Columbia, en Nueva York, el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, urgió a hacer las paces con la naturaleza e hizo una llamada urgente a todos los países a revertir la situación en la que estamos.
Las pruebas hablan por sí solas: un 75% de los ecosistemas terrestres y un 66% de los marinos ya están gravemente alterados; 420 millones de hectáreas de bosque se han perdido (el equivalente a 820 millones campos de futbol o 8,4 veces la superficie de España); y cerca de un millón de los ocho millones de especies de animales y plantas que existen están al borde la extinción. Lo mas preocupante de todo esto es que estas cifras – que son solo algunas – se han alcanzado durante los últimos 40 años.
Y es que, aunque nuestra conciencia ambiental está aumentando, llevamos un nivel de vida que está muy por encima de las posibilidades del planeta. Cada año, el Global Footprint Network (un instituto de investigación americano) publica un estudio que realiza valoraciones del consumo de recursos a escala global. De acuerdo con los autores, la Humanidad requiere cada año una cantidad de recursos que para ser producidos de forma sostenible tendrían que proceder de un planeta y medio como el nuestro.
Hemos empezado un nuevo año – que todos deseamos que sea mejor que el que dejamos atrás – y seguro que todos nos hemos puesto proyectos para estrenar y retos para alcanzar… ¿Por qué no, entonces, añadir a nuestros propósitos “conciliarnos con la Naturaleza” (sino esta ya en la lista)?
Es el momento de que cambiemos de mentalidad y de que empecemos a darnos cuenta de que no podemos, ni debemos, controlar la naturaleza: formamos parte de ella al mismo tiempo que es nuestra casa, pero no nos pertenece. Por eso hay que respetarla y admirarla. Si la naturaleza tiene salud, sus inquilinos, que somos nosotros, también tendrán, y los que vendrán después también.
La relación entre Medio Ambiente y Salud está científicamente documentada desde hace años. El Informe Lalonde, publicado en Canadá en 1974, ya señalaba al Medio Ambiente como uno de los cuatro principales determinantes que afectan a la salud de los individuos y comunidades. Según la OMS, casi un cuarto de las muertes mundiales es debido a factores medioambientales: contaminación de aire, agua y suelo, exposición a productos químicos y radiación ultravioleta, entre otros.
En MiGiraluna nuestro compromiso este año es seguir trabajando con esas marcas que claramente apuestan por la sostenibilidad del planeta, ofreciendo ropa ecológica y ética. Por supuesto es importante la estética, pero lo que hay detrás de cada prenda es aún mas importante.
Os deseamos un feliz año, donde nos podamos de nuevo volver a abrazar y tengamos el tiempo y la energía para pasar a la acción nuestros propósitos de reconciliarnos con la naturaleza.